Cuando paseas a tu perro, ¿se para a olfatear cada dos por tres? ¿Se empeña en oler cualquier cosa que hay a su alrededor? Puede que a ti te parezca molesto, pero para él es algo necesario. Te explicamos todas las razones por las cuales debes dejar que tu peludo olfatee durante los paseos.
Reduce su estrés
Unos pocos minutos de olfateo son equivalentes a una buena dosis de ejercicio físico. Ni siquiera jugar a buscar la pelota logra agotar tanto a estos animales. No hay nada que les relaje más y les ayude a reducir el estrés.
Mejora la concentración
Cuando tu perro husmea con su hocico, está realizando un auténtico ejercicio de concentración para identificar los aromas que encuentra a su alrededor. Es, en cierto modo, un método para entrenar el cerebro.
Obtiene información
La capacidad olfativa de estos animales es miles de veces superior a la de los seres humanos. Así, con un solo olfateo pueden averiguar el estado de un alimento, la proximidad de otros perros, la toxicidad de muchas sustancias, etc.
Favorece la socialización
Como ya sabrás, los perros se comunican entre sí mediante el olfato. A través del olor de su orina pueden averiguar qué ha comido el otro, si está enfermo, si es macho o hembra, etc. Toda esta información les ayuda a socializar.
Le hace feliz
Sin duda, es la razón de mayor peso. Los canes necesitan ‘poner a trabajar’ su olfato para sentirse satisfechos consigo mismos. Y es que olfatear les ayuda a estimular su mente, lo que se traduce en un estado psicológico adecuado.