Comúnmente se cree que el hámster sólo necesita una jaula y comida para ser feliz, lo que hace que muchos cometan errores garrafales en su cuidado. La realidad es que este pequeño ha de contar no sólo con una jaula adaptada a su forma de vida, sino también con algunos complementos imprescindibles para su bienestar.
La jaula: la base de su felicidad
No todas las jaulas para roedores son apropiadas para el hámster. Ha de ser amplia, de al menos 50 centímetros de largo (más aún si tienes varios hámsters) para que pueda moverse cómodamente y hacer ejercicio. Es importante que la bandeja inferior sea desmontable para limpiarla con mayor facilidad y que esté fabricada con materiales resistentes y no tóxicos.
Puede ser de barrotes o de cristal, siendo esta última abierta por arriba. Ambas son válidas siempre y cuando sean de calidad. Por otro lado, debes situarla en un lugar seguro, lejos de corrientes de aire y fuentes de calor.
Bebedero y comedero
Evidentemente, no puede faltar en su jaula un bebedero y un comedero. Respecto al primero, lo más higiénico es optar por un modelo tipo ‘biberón’ o ‘botella’; es decir, con dosificador. Así el agua se mantendrá limpia más tiempo. El comedero, por su parte, ha de estar fabricado con un material no tóxico, como acero o cerámica.
La importancia de la rueda
Es el complemento estrella en la jaula de cualquier hámster. Permite al pequeño hacer ejercicio y divertirse al mismo tiempo, lo que favorece un buen equilibrio mental. Las clásicas ruedas de barrotes no son adecuadas, ya que el animal puede quedarse enganchado entre ellos. Lo ideal es que sean cerradas y de superficie lisa.
Refugio o caseta
El peludo necesitará un refugio donde descansar o resguardarse cuando quiera. Puedes comprar una pequeña caseta de madera y llenar su base con heno, de manera que el hámster pueda acomodarse dentro. Nunca uses algodón, ya que puede enredarse entre sus fibras.
Lecho o sustrato
Este detalle es de vital importancia para la salud del roedor, ya que un sustrato de mala calidad puede generar polvo y dañar su sistema respiratorio. Hay que optar por un sustrato absorbente y fabricado con materiales naturales, como el papel reciclado o la paja de trigo.
Parque de juegos
¿Por qué no? Si la jaula es lo suficientemente grande, algo recomendable, puedes incluir un pequeño ‘parque de atracciones’ con toboganes, escaleras, tubos… Lo encontrarás en las tiendas especializadas en mascotas, aunque también puedes fabricarlo tú mismo con elementos de cartón y madera.
