¿Por qué aúllan los lobos?

Cuando pensamos en el lobo, irremediablemente nos acordamos de sus aullidos. Sin duda, son lo más característico de este bello animal. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué emite este sonido? Está claro que se comunica de esta forma, pero el aullido esconde mucho más de lo creemos. Lo desvelamos.

La jerarquía de la manada
Como decíamos, uno de los objetivos principales del aullido es comunicarse con los demás miembros de la manada. Por ejemplo, a través de este sonido los lobos transmiten su localización y convocan al resto del grupo, lo que demuestra una gran sociabilidad en esta especie. También lo usan para advertir a otras manadas de que ése es su territorio.

Pero aparte de todo esto, el aullido define la jerarquía de la manada, bastante estricta por naturaleza. El lobo utiliza diferentes tonos para identificarse y comunicarse; por ejemplo, el macho alfa emite un sonido profundo al comenzar su ‘discurso’.

Según desciende el rango de los miembros del grupo, emiten sonidos distintos. Es especialmente llamativo el caso del lobo omega, que ocupa el último rango y que realiza aullidos largos y suaves con el fin de calmar al grupo cuando tiene lugar algún conflicto.

Expresar emociones
Al igual que los perros con sus ladridos, los lobos expresan emociones mediante sus aullidos. Muchas veces son una señal de tristeza, algo común cuando un miembro es expulsado de la manada.

Aunque este sonido no siempre tiene un sentido negativo. Los lobos machos también aúllan para atraer la atención de las hembras y ahuyentar a otros machos.

El mito de la luna llena
¿Cuántas veces has visto la legendaria imagen de un lobo aullando a la luna llena? Forma parte de nuestro legado cultural. Por ello puede que te sorprenda saber que los lobos no aúllan especialmente cuando hay luna llena, sino que las fases de la luna no les influyen en absoluto.

Sin embargo, sí aúllan más cuando no hay viento, ya que esta condición favorece la emisión y potencia del sonido. También ‘hablan’ más durante el otoño, en época de celo, al amanecer y al anochecer.

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