El mundo se divide en dos grupos bien diferenciados: las personas que adoran a los gatos y aquellos a los que no les agrada su compañía. Claramente los primeros son más numerosos, y no es de extrañar, ya que tener un gato en casa nos aporta innumerables beneficios. ¿Quieres saber cuáles son? ¡Sigue leyendo!
Reduce el estrés
El contacto continuado con un gato nos ayuda a reducir el estrés. No lo decimos nosotros, lo dice la ciencia. Varios estudios afirman que sólo unos minutos de caricias provocan una reducción del cortisol, identificada como ‘la hormona del estrés’.
Previene problemas cardíacos
Tanto los perros como los gatos nos ayudan a mantener el corazón sano. Esto está ligado al punto anterior, ya que al reducir nuestro estrés, disminuyen nuestras posibilidades de sufrir problemas de este tipo. Y es que su tacto, cariño y ronroneo ejercen este ‘superpoder’ sobre nosotros.
Transmite optimismo
El gato es un animal elegante y orgulloso, pero también puede ser la criatura más cómica del mundo. Verle jugar, ‘volverse loco’ con una simple pelota, saltar de un lado a otro… Un minino puede hacerte reír más que ninguna otra mascota.
Grandes dosis de cariño
Este felino tiene una fama de arisco tan popular como injusta. Lo cierto es que el gato puede ser el animal más simpático y cariñoso del mundo. Con un minino en casa, nunca te sentirás solo.
La mejor terapia
La tranquilidad que aportan estos peludos a través de sus ronroneos y su tacto bien podría definirse como una auténtica terapia. De hecho, en algunos casos son utilizados para ayudar a personas con autismo, pues el trato con estos animales mejora sus habilidades comunicativas.
Silencio y tranquilidad
Si adoras la tranquilidad y el silencio, el gato puede ser tu mascota ideal. Es una de las grandes ventajas de tener un minino en casa, pues puede ser la viva imagen de la calma y el pacifismo.
