Un buzo visita al mismo pez durante 30 años

¿Es posible establecer una relación de amistad con un pez? A juzgar por la siguiente historia, parece que sí. ¡No te la pierdas!

Cómo empezó todo
Hiroyuki Arakawa es un submarinista japonés que se ha convertido en el mejor amigo de Yoriko, un ejemplar de la especie ‘Semicossyphus reticulatus’.

Hace más de 30 años, el hombre se encontraba trabajando en los restos de un santuario sintoísta bajo el agua en la bahía de Tateyama cuando vio a un pez en apuros. “Estaba allí, exhausto; no podía ni siquiera buscar comida. Le alimenté con cinco cangrejos diarios durante diez días y se puso mejor”, cuenta Hiroyuki.

Desde ese momento, el submarinista acudía a visitarle periódicamente para ver cómo se encontraba y parece que el animal le reconocía. «Diría que nos entendemos. No es que podamos hablar, sucede de forma natural», explica. Y así han seguido hasta el día de hoy.

Una amistad única
Ambos han desarrollado un vínculo especial y el pez parece feliz de recibir los besos y las caricias de su amigo.

“Me parece que hay una especie de confianza entre nosotros. Yo diría que sabe que le salvé, que le ayudé cuando lo necesitaba. Estoy orgulloso de haberlo hecho», presume el veterano submarinista.

Su nombre ha salido a la fama tras la publicación de un video en Youtube que recoge su historia y que ya ha dado la vuelta al mundo.

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