Café: veneno para tu gato

¿Cuántas tazas de café tomas al día? ¿Quizá una o más? Esta bebida es una de las más recurrentes en nuestra dieta. Sin embargo, lo que para nosotros puede ser la mejor cura para el cansancio, para los gatos puede ser el peor de los venenos. Te explicamos por qué nunca debes dejar que tu minino beba café.

La cafeína: la gran culpable
Seguramente hayas escuchado en más de una ocasión que la cafeína no es buena para personas con problemas de corazón e hiperactividad. Y es que esta sustancia altera el sistema nervioso, algo que si bien no tiene por qué dañar nuestra salud en pequeñas cantidades, no es recomendable en determinados casos.

Para los gatos esto tiene aún una mayor importancia. A ellos no les sienta bien la cafeína ni siquiera en pequeñas dosis, ya que provoca una fuerte excitación que altera su sistema nervioso hasta dar lugar a arritmias, dificultades respiratorias, convulsiones y, en el peor de los casos, la muerte.

Alta toxicidad
Como si esto no fuera suficiente, el café también afecta directamente a los órganos del gato. El hígado es uno de los grandes perjudicados, pues acumula sustancias tóxicas hasta dar lugar a problemas de extrema gravedad.

Por no hablar de los trastornos gastrointestinales. Si un gato consume una cantidad moderada de café puede sufrir vómitos, diarreas y dolor abdominal. En ese caso puede deshidratarse rápidamente, por lo que hay que acudir al veterinario cuanto antes.

¿Y la leche?
Todo esto es aún más preocupante si el gato ingiere café con leche. La mayoría de estos felinos son intolerantes a la lactosa, por lo que los síntomas que hemos mencionado anteriormente podrían agravarse.

Como puedes ver, lo mejor será que alejes cualquier resto de café de tu minino. Recuerda que su salud debe ser siempre lo primero.

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