No todas las especies pueden vivir a temperaturas inferiores a los 20 grados bajo cero. Para ello, hay que tener unas características especiales. A continuación hablamos sobre algunos de estos animales con ‘superpoderes’ para soportar el frío extremo.
Liebre del Ártico
Que no te engañe su pequeño tamaño. La liebre del Ártico es extremadamente fuerte y resistente a las bajas temperaturas, capaz de sobrevivir en los rincones más fríos.
Su denso pelaje no sólo la protege del frío, también tiene la extraordinaria capacidad de cambiar de color. En invierno es completamente blanco, lo que la ayuda a camuflarse entre la nieve y a burlar a sus depredadores. Cuando ésta empieza a derretirse, su pelaje adquiere otras tonalidades.
Pingüino emperador
Esta especie de pingüino puede vivir a temperaturas inferiores a 24 grados centígrados. Lo consiguen gracias a sus tres capas de plumaje y a la grasa que cubre su piel.
Además, este animal guarda un as bajo la manga, y es que cuando el frío es demasiado intenso, se une al resto de su colonia, formando una especie de masa compacta y recibiendo el calor que guardan los cuerpos de los demás pingüinos.
Ballena de Groenlandia
La ballena de Groenlandia pasa toda su vida nadando entre las frías aguas árticas, por lo que su cuerpo debe estar preparado para pasar frío. Su secreto es el alto porcentaje de grasa que contiene su cuerpo.
Oso polar
Seguro que ya conoces al imponente oso polar. Este grandullón hace frente al frío mediante su grueso pelaje, pero también gracias a la enorme cantidad de grasa que ingiere cada día. Además, sus orejas y cola son pequeñas, lo que le ayuda a mantener el calor corporal.
Zorro ártico
Su densa capa de pelo blanco le permite sobrevivir a temperaturas extremas. Al igual que le ocurre a la liebre del Ártico, este zorro se oculta fácilmente entre la nieve, aunque al llegar el verano su pelo cambia de color.
Buey almizclero
El pelaje también es la mayor protección de este animal, que gana en longitud incluso al del oso polar. Un pelo de buey almizclero puede alcanzar el metro de largo. Y cómo no, también cuenta con un elevado porcentaje de grasa que mantiene su cuerpo cálido.
Foca de Groenlandia
Por último, nombramos a la famosa foca de Groenlandia. Esta preciosa foca blanca es una de las mayores representantes de la fauna ártica. Su gruesa capa de pelaje gris (blanco durante sus primeros meses de vida) la protege del frío, así como la enorme cantidad de grasa que almacena en su piel.
