Cómo lograr que mi perro acepte el bozal

Si tenemos un perro de raza peligrosa o queremos evitar comportamientos agresivos o posesivos, nos veremos obligados a colocarle un bozal. Una tarea que no siempre es fácil y que conviene entrenar para que el animal lo acepte de la mejor forma posible. Por eso, te damos algunos consejos para conseguirlo.

Comienza en casa
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el perro debe asociar ponerse el bozal con algo agradable. Para que esto ocurra es muy útil utilizar golosinas.

Con ellas en la mano, le pediremos un “sienta” y le pondremos el bozal dentro de casa durante unos segundos. No hace falta colocárselo del todo, simplemente ponérselo para que se acostumbre a llevarlo poco a poco. Cuando lo tenga puesto, le daremos una chuche y a los pocos segundos se lo quitaremos.

Perfecciona la técnica
El segundo paso será volvérselo a poner, pero esta vez correctamente. Tras darle otra chuche, le felicitaremos por llevarlo puesto para transmitirle tranquilidad y normalidad.

Al día siguiente volveremos a repetir el proceso, pero dejaremos pasar más tiempo desde que le colocamos el bozal hasta que le ofrecemos la golosina.

¡Y listo para la calle!
Según vayan pasando los días, notaremos que nuestro peludo se irá sintiendo más cómodo con el bozal puesto. Será en este momento cuando podremos ponérselo para salir a la calle a pasear, pero siempre tenemos que llevar las ansiadas chuches para premiarle por su actitud positiva hacia el bozal.

Salir de la versión móvil