Conducta destructiva en el gato: causas y consejos para acabar con ella

Por lo general, los gatos son animales cariñosos y tranquilos. Adoran las caricias, las largas siestas al sol y los masajes. Sin embargo también pueden ser algo traviesos, lo que a veces les lleva a destruir nuestras cortinas, ropa y sofás. Si es el caso de tu minino, no te pierdas nuestros consejos para acabar con esta conducta.

El poderoso ‘no’
En cualquier proceso de educación o adiestramiento existe una palabra de poder inigualable: ‘no’. Bueno, en realidad su poder radica en nuestra manera de usarla. Cada vez que veas a tu gato romper o arañar algún objeto que no debe, tendrás que decirle firmemente ‘no’ y reconducirle hacia su rascador o hacia algún juguete. Así comprenderá que ese es el elemento con el que debe divertirse y limar sus uñas.

Rascadores
Toda casa con un gato como mascota debe incluir uno o varios rascadores, pues ayudan al minino a desgastar su exceso de energía, a dar rienda suelta a su instinto salvaje y a equilibrar su cuerpo y mente. Lo ideal es tener unos pocos de diferentes tamaños en algunos rincones del hogar. Así será menos probable que el animal arañe tus muebles.

Juegos
A veces el mal comportamiento por parte de estos felinos es consecuencia del aburrimiento. Los rascadores no son suficiente. Los gatos también necesitan jugar para divertirse y tranquilizarse después. Los juguetes tipo caña de pescar son muy recomendables, así como los interactivos que les permiten ‘cazar’ a sus presas.

Feromonas
Las feromonas ejercen un efecto calmante sobre los gatos, por lo que son muy usadas en casos de problemas de comportamiento. Puedes rociar tus muebles y cortinas con ellas o simplemente pulverizarlas en el aire. Las encontrarás en cualquier tienda especializada en mascotas.

Atención
Nada de lo anterior servirá si no le prestas a tu gato la atención que merece. En muchas ocasiones el animal usa el comportamiento destructivo para llamar la atención de los suyos. Si no se siente lo suficientemente querido puede desarrollar esta conducta tan problemática. En este caso, los mimos y las caricias pueden ser la mejor solución.

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