Cualquiera diría que un animal tan tierno y ‘achuchable’ como un conejo puede morderte. Pero es cierto. Estas bolitas de pelo pueden usar sus dientes contra ti y por supuesto, tienen sus motivos. Te los contamos.
Estrés
Al igual que nos ocurre a nosotros, el estrés provoca reacciones negativas en los conejos. Una de ellas es la agresividad, que les lleva a morder todo lo que haya a su alrededor, incluido a ti.
Este estrés puede darse por varias razones, como la limpieza deficiente de su entorno, el exceso de ruido, la falta de cariño, la soledad, la mala alimentación o la ausencia de ejercicio.
Miedo o desconfianza
Morder es el mecanismo de defensa de estos animales cuando se sienten amenazados. Por ello, si te aproximas a tu conejo bruscamente o dejas que un desconocido se acerque demasiado, lo más probable es que el pequeño ataque.
Dolor físico
A veces el malestar físico es el causante de este comportamiento, que puede tener su origen en una enfermedad o una lesión. Morder es la forma que el peludo tiene de decirte que siente dolor. A menudo se trata de problemas dentales, artritis, trastornos digestivos o dolencias articulares.
Madurez sexual
Los conejos alcanzan la madurez sexual entre los 3 y los 9 meses, lo que puede modificar su carácter y aumentar su agresividad. Son consecuencias de la revolución hormonal.
Mordisquitos cariñosos
Si tu conejo te mordisquea suavemente las manos y los pies, te está diciendo que te quiere. Estos mordisquitos vienen acompañados de otras muestras de cariño, como lametones o la búsqueda de contacto.
La solución depende de ti
Cuando estos mordiscos son fuertes y constantes, están motivados por algún problema físico o de comportamiento. En ese caso, lo mejor será que lo consultes con el veterinario.
