Si estás pensando en tener tu primer reptil como mascota, debes saber que no todas las especies son aptas para un ambiente doméstico. En este artículo te presentamos las más recomendables y resumimos los cuidados que necesitan.
La tortuga de Florida
Es todo un clásico, especialmente entre los niños. Es fácil de cuidar y no requiere grandes inversiones económicas, aunque necesita un terrario amplio con agua y zonas secas donde el reptil pueda descansar.
Has de mantener limpio su terrario, ofrecerle la alimentación adecuada (piensos preparados y suplementos alimenticios) y asegurarte de que recibe la vitamina del sol.
La iguana verde
Es uno de los animales preferidos entre los amantes de los reptiles. Es independiente, silenciosa y puede establecer una relación de estrecha confianza con su dueño.
Antes de decidirte por este animal, ten en cuenta que una iguana adulta alcanza un gran tamaño, por lo que necesita un terrario muy amplio. También requiere un estricto control de la temperatura y la humedad en su ambiente.
El camaleón
También es muy común en los hogares. Sus cuidados son muy similares a los de la iguana, pero el camaleón se estresa con mayor facilidad. Por ello, si quieres una mascota a la que acariciar frecuentemente y coger en brazos, este reptil no sería una buena opción.
El gecko
Es perfecto para principiantes, ya que es dócil, pequeño y fácil de cuidar. Apenas mide unos pocos centímetros y no necesita mucho espacio. Un terrario de tamaño mediano y una alimentación basada en insectos es suficiente para él.
Estos reptiles suelen ser víctimas de grandes maltratos y otras irregularidades. Al ser trasladados desde su hábitat natural hasta las tiendas, pueden sufrir grandes daños. Por ello, recomendamos la adopción como la mejor alternativa.