Los guppys no suelen faltar en los acuarios domésticos, pues son muy recomendables para principiantes. Esto se debe a que no requieren atenciones demasiado complicadas, lo que no quiere decir que no necesiten ciertos cuidados. Los resumimos a continuación.
Un acuario amplio
A estos peces les encanta nadar. Por ello se recomienda adquirir un acuario de entre 7 y 8 litros de agua por cada guppy que vayamos a meter, asegurándonos de que todos ellos tienen espacio suficiente para moverse con libertad.
Temperatura cálida
Esta especie es de agua caliente, por lo que la temperatura debe rondar los 25ºC, con un máximo de 27ºC. Para mantenerla lo ideal es instalar un calentador en el acuario y un termómetro. Por otro lado, el pH debe oscilar entre el 6,5 y el 8.
Vegetación
Las condiciones ambientales del acuario deben incluir abundante vegetación para que los pequeños se resguarden cada vez que lo crean necesario. En concreto, las hembras se refugian entre las plantas cuando se encuentran en estado de gestación.
Higiene
Todos los peces necesitan limpieza en su acuario para evitar infecciones y enfermedades. Además de instalar un filtro, hay que limpiar manualmente el agua cada vez que detectemos suciedad. Se debe prestar especial atención al fondo del acuario, donde se acumulan más residuos.
Es importante que el filtro no sea demasiado potente, ya que puede generar fuertes corrientes que estresen y/ enfermen a los animales.
Alimentación
Los guppys son omnívoros y su dieta, muy variada. Comen desde insectos como lombrices, moscas de la fruta o larvas de mosquitos, hasta vegetales crudos (espinacas, guisantes, lechuga, etc.). Hay que alimentarlos dos veces al día, siempre consultándolo con un experto y sin sobrepasar las dosis indicadas.
Sociabilidad
Por lo general, estos peces son amistosos con los demás, ya sean de su misma o de otra especie. Es fundamental no obligarles a convivir con ejemplares más agresivos, como el pez betta. Sin embargo, los peces disco pueden ser grandes compañeros para los guppys.
