Es una de las razas más populares en nuestro país. Su simpatía y bondad le convierten en el perro ideal para niños, pero el carlino es mucho más que eso. Dadas sus características físicas, se trata de un perro con unas necesidades especiales. Te contamos todo lo que debes saber para cuidar de tu pug de la mejor manera posible.
Ojos
Los ojos de los carlinos pueden sufrir varias enfermedades, como glaucoma u ojo seco, y pueden dañarse con facilidad puesto que están muy expuestos al exterior. Conviene revisarlos periódicamente para evitar problemas.
Aparato respiratorio
Esta raza puede padecer serios problemas respiratorios, puesto que su hocico extremadamente chato no permite que entre aire suficiente en sus pulmones. Por ello conviene mantener al animal en ambientes frescos, donde sea fácil respirar. Es muy importante evitar zonas de calor y someterle a ejercicio físico, ya que las dificultades para respirar podrían ocasionar graves problemas en el perro. Si se muestra muy cansado, debemos hidratarle con agua y obligarle a reposar cuanto antes.
Arrugas
El pug es un perro con numerosas arrugas en el rostro. Conviene limpiarlas al menos dos veces por semana con toallitas húmedas para bebés o un pañuelo mojado en agua tibia. Es esencial secar posteriormente la zona para que no se acumule excesiva humedad.
Revisiones veterinarias
Además de las visitas obligadas para vacunas y desparasitaciones, los carlinos deben acudir periódicamente al veterinario para controlar su estado de salud: problemas oculares y/o respiratorios, alergias, etc.