A diferencia de Alba, el personaje que interpreta en ‘La que se avecina’, Víctor Palmero no es un experto en cupcakes. Pero gracias a Ardilla, su simpática chihuahua, no falta la dulzura en su vida. Te la presentamos.
Su ‘enana’ favorita
Ardilla llegó a la vida del actor hace dos años y medio. Desde entonces somos testigos de sus aventuras, desde su primera vacuna hasta su último cumpleaños.
Tal y como nos explica el propio Víctor, Ardilla va con él a todas partes. “Me acompaña al trabajo y se queda en mi camerino mientras grabo o aprovecho los huecos entre secuencias para pasearla por el jardín que hay frente al plató”.
Ternura en estado puro
Esta pequeña es la pareja perfecta de Víctor gracias a su carácter, que su ‘papi’ define como “muy afable y cariñoso”. La prueba está en vídeos como éste.
Aunque cuando se lo propone, Ardilla también puede ser un poco revoltosa.. “En una ocasión llegué a casa y no la encontraba, se había subido por una mesa y acabó por accidente dentro del carro de la compra. La pobre no podía salir y me miró con cara de ‘sácame de aquí por favor’”, nos cuenta el intérprete.
Un nombre de cine
Aunque su nombre haga pensar que se debe a su aspecto físico, para muchos similar al de una ardilla, lo cierto es que hace homenaje a los gustos cinéfilos de su dueño.
“Una de mis pelis preferidas es ‘UP’, de Pixar. En ella, los perros llevan un collar que traduce en palabras lo que piensan y cuando hablan, en ocasiones escuchan ardillas y se giran como locos tratando de encontrarla. Quise llamarla Ardilla por esto”, asegura el actor.
Amor por los animales
El amor que siente el actor por los animales no es nuevo. “Mis padres siempre me han transmitido un cariño hacia los animales y es algo que he adoptado en mí”, explica.
Quizá por ello es fácil verle jugar con otros perros como Clara, la ‘prima’ de Ardilla, a la que también nos presentó en las redes sociales.
Además, aprovecha su fama para ayudar en diferentes causas relacionadas con el bienestar de los animales. “Suelo colaborar a través de las redes con particulares que han perdido a sus mascotas mediante difusión y también con protectoras”, afirma.
Fotografías por Jesús Romero de Luque