El veneno de algunos de los animales más temidos puede sernos muy útil. Los científicos han probado que, en algunos de ellos, este contiene sustancias que podrían llegar a curar o mejorar enfermedades como el cáncer, el sida o el alzhéimer. Alucinante, ¿verdad?
Tarántula: distrofia muscular
El veneno de la tarántula rosa chilena contiene una proteína que evita el deterioro de las células musculares. En concreto, esta sustancia permite ‘cerrar’ los canales icónicos mecanosensibles de la membrana celular, que en pacientes con esta enfermedad están abiertos.
Los científicos creen que este veneno frenaría la degeneración de los músculos, aumentaría la movilidad de los niños y evitaría el uso de silla de ruedas. Actualmente, se encuentran trabajando en la aplicación clínica de esta proteína.
Víboras: Alzhéimer
La víbora de Russell es una serpiente india cuyo veneno contiene una molécula capaz de romper la proteína beta-amiloide, causante del alzhéimer. Los expertos están intentando imitar sintéticamente sus efectos para poder aplicarlo en pacientes con esta demencia.
Ranas: Cáncer
Los investigadores han descubiertos que la rana mono de vientre pintado o encerada segrega proteínas que pueden interrumpir la llegada de sangre a los tumores. De esta forma, se impediría el abastecimiento de oxígeno y nutrientes a las células cancerígenas y el tumor dejaría de crecer.
Abejas: Sida
La abeja apis mellifera podría ayudar a erradicar el sida. Este insecto tiene una toxina en su veneno llamada melitina que puede destruir el virus sin dañar el organismo.
Además, las propiedades del veneno van mucho más allá, puesto que se ha demostrado que puede reducir en un 88% los melanomas.