Las ardillas son unos de los animales más divertidos de la naturaleza. Nerviosas, curiosas y muy ágiles, estas pequeñas se ganan la simpatía de cualquiera en cuestión de minutos. Si tú también eres un gran fan de estos roedores, no te pierdas las curiosidades que te contamos a continuación. ¡Alucinarás!
Una vista excelente
Las ardillas tienen una vista perfecta, algo que les es realmente útil a la hora de trepar, saltar y huir de los depredadores. Sin embargo, son ciegas durante los dos primeros meses de su vida, en los que la madre se encarga de ellas.
Alimentación equilibrada
Estos roedores llevan una alimentación de lo más variada. Desde frutos secos, vegetales, frutas y corteza de los árboles, hasta insectos. Los cacahuetes sin sal son unos de sus alimentos preferidos.
Sus dientes no paran de crecer
Al igual que los conejos y los hámsters, los incisivos de las ardillas nunca dejan de crecer. Por ello necesitan roer constantemente para limarlos, algo para lo cual usan la madera.
Algunas pueden volar
Existen muchas especies de ardillas, entre las cuales las más llamativas podrían ser las llamadas ardillas voladoras. Estas pequeñas cuentan con unas membranas laterales, similares a las alas de los murciélagos, que les permiten planear entre los árboles. Pueden desplazarse así por distancias de hasta 90 metros.
Almacenan comida en sus mejillas
No todas las ardillas tienen este súper poder, pero sí algunas especies como las ardillas rayadas. Hablamos de las bolsas flexibles de sus mejillas, llamadas abazones, gracias a las cuales pueden acumular grandes cantidades de comida en su boca y transportarlas.