Falsos mitos sobre el conejo

En los últimos años el conejo se ha convertido en una mascota común, y sin embargo, todavía existe un gran desconocimiento respecto a sus cuidados. De hecho, suele ser víctima de falsos mitos que afectan a su bienestar, tanto respecto a su alimentación como a su carácter. Hoy hablamos sobre estas creencias erróneas.

Puede vivir en una jaula
Solemos creer que los perros son las únicas mascotas que necesitan pasear. Nada más lejos de la realidad. En el caso del conejo, aunque no es necesario sacarle a la calle (suele asustarles), debe tener espacio suficiente para moverse. De lo contrario, podrían tener graves problemas de articulaciones y de gases.

Lo ideal es dejarle suelto en casa durante varias horas al día, siempre en un entorno controlado y bajo nuestra atenta mirada. Contar con una habitación propia libre de peligros también aumentará notablemente la calidad de vida del animal.

No necesita ir al veterinario
Suele pensarse que el conejo no necesita las mismas atenciones veterinarias que un perro o un gato. Esto es completamente falso, pues estos pequeños requieren algunas vacunas y revisiones periódicas. Además, hay que acudir al especialista ante cualquier pequeña señal de mala salud.

Sólo vive uno o dos años
Se suele creer que este animal tiene una vida corta de uno o dos años de duración, pero lo cierto es que un conejo que cuente con los cuidados necesarios puede llegar a vivir alrededor de 10 años.

Huele mal
Ni la piel ni el pelo del conejo emiten un olor fuerte ni desagradable. Esta mala fama proviene en realidad del olor que se origina en su jaula cuando no la mantenemos limpia. Lo único que huele del conejo son, en realidad, sus desechos.

Come zanahoria
La imagen del conejo comiendo zanahoria está muy ligada a nuestra cultura, por lo que puede que te sorprenda saber que no es un alimento especialmente beneficioso para él. Sí puede comer sus hojas, pero la zona naranja contiene mucho almidón y puede dañar su sistema digestivo.

Se coge por las orejas
Antiguamente muchas personas cogían a sus conejos por las orejas, algo que les resulta increíblemente doloroso. Hablamos de una de las zonas más sensibles de su cuerpo, así que nunca, en ningún caso, debemos tirar de ellas.

Desgasta sus dientes royendo madera
Esto es cierto en parte. La madera, el cartón y los juguetes especialmente diseñados para conejos ayudan a este pequeño a limar su dentadura. No obstante, con este truco sólo logra desgastar los incisivos. Para cuidar sus dientes adecuadamente necesita comer heno, que además debe ser la base de su alimentación.

No agradece el cariño
Si bien el conejo puede no parecer tan cariñoso como un perro o un gato, la verdad es que adora la compañía y los mimos de los suyos. Sólo que es algo asustadizo, y por ello hay que acariciarle suavemente las zonas que más le gustan, como la cabeza y las orejas.

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