El último y extraño avistamiento en África tiene como protagonistas a unas jirafas muy particulares que sorprenden a partes iguales a lugareños y científicos. ¿Existen las jirafas blancas? Te lo contamos.
El hallazgo
Si eres usuario habitual de las redes sociales es posible que hayas visto en las últimas semanas las imágenes de lo que parece ser una cría de jirafa blanca. Se trata de Omo, localizada el pasado mes de enero en Tanzania. Era la primera vez en la historia que se avistaba un ejemplar de estas características.
Nueve meses después, varios rangers de la reserva Ishaqbini, en Garissa, Kenia, han avistado otro grupo de jirafas blancas que han podido ser filmadas. «Esto es nuevo. Cuando era niño, jamás las veíamos. Debe ser algo reciente y no sabemos por qué está pasando», explica uno de ellos.
Leucismo en lugar de albinismo
La explicación a la peculiaridad de estas jirafas se debe buscar en el leucismo y no en el albinismo como se podría pensar.
El leucismo es una mutación genética que causa la pérdida de pigmentación de la piel pero mantiene el color en el tejido blanco. Por ello, estas jirafas conservan sus ojos negros, algo que no podría producirse si fueran albinas y carecieran de melanina en su cuerpo.
Difícil supervivencia
La apariencia de estas jirafas las convierte en mucho más vulnerables para los depredadores, ya que son más visibles y tienen más difícil camuflarse en el entorno.