Acoger a un animal en casa supone una gran responsabilidad que deberemos asumir por mucho tiempo. En el caso de los gatos, se considera que alcanzan la tercera edad al cumplir los ocho años, etapa en la que necesitan determinados cuidados específicos. En esta ocasión nos centramos en su alimentación y te ofrecemos una guía básica de nutrición para el gato anciano.
Cambios en el metabolismo
Aunque los gatos pueden gozar de una alta energía durante su etapa anciana, lo cierto es que su organismo experimenta algunos cambios. Por lo general, se vuelven algo más sedentarios y sus músculos, órganos y huesos comienzan a trabajar más lentamente; es decir, su metabolismo se ralentiza.
Todo esto no quiere decir que su calidad de vida descienda en absoluto, sólo que debemos adecuar sus cuidados a su edad avanzada. En concreto, ofrecerle una alimentación correcta es la base para que el animal disfrute su vejez sin problemas.
La dieta del gato senior
Al cumplir años, los gatos van adquiriendo necesidades nutricionales diferentes. Por ello, cuando se hacen ancianos su dieta tiene que cumplir con ciertos requisitos:
1. Proteínas de alta calidad.
2. Baja en grasas y calorías.
3. Elevado porcentaje de vitaminas (especialmente la vitamina E).
4. Componentes de fácil digestión.
5. Gran valor nutricional.
Estas serían las reglas básicas, pero en la práctica, ¿cuál sería el mejor pienso para un gato anciano? Además de cumplir con estas condiciones, se recomienda que sea seco para ayudar a limpiar sus dientes y que sea rico en taurina, ya que favorece el buen funcionamiento de sus órganos.
Por otro lado, es importante elegir un pienso de marca de alta gama especialmente diseñado para mininos ancianos, mejor aún si es light, ya que estos felinos tienden a engordar cuando se hacen mayores.
Sin olvidar la hidratación, que cobra mayor sentido en esta etapa. A estos animales nunca debe faltarles agua limpia y fresca, especialmente durante los meses más cálidos.
Otros consejos
Además de cuidar su alimentación, podemos seguir algunas pautas para mimar su estómago durante la vejez. Por ejemplo, los gatos ancianos digieren mejor la comida si dividimos su dosis diaria en dos o tres porciones pequeñas (desayuno, comida y cena). Asimismo, hemos de cepillar sus dientes de dos a tres veces por semana y cumplir con las revisiones veterinarias aproximadamente cada seis meses.