La alimentación de la chinchilla

Aunque otros roedores son más comunes como mascotas, la chinchilla también ocupa un lugar importante en nuestros hogares. El problema es que existe un gran desconocimiento respecto a sus cuidados. En esta ocasión nos centramos en la alimentación que necesita para mantener su salud en óptimo estado.

Un animal herbívoro
En primer lugar debe quedar claro que la chinchilla es herbívora; es decir, no come derivados animales, semillas ni granos. En la naturaleza se alimenta de vegetales, aunque en algunas zonas también consume frutas y pequeños insectos.

Sin embargo, la chinchilla doméstica es estrictamente vegana. Su sistema digestivo es especialmente delicado y no tolera otra clase de alimentos. En líneas generales, su dieta ha de basarse principalmente en heno (75%), pienso (20%) y verduras (5%).

La importancia del heno
La chinchilla necesita un alto porcentaje de fibra y celulosa en su organismo, ya que favorece el movimiento del intestino. El heno es rico en estos componentes y, además, la ayuda a desgastar sus dientes. Esto es esencial, pues al igual que ocurre con los conejos, sus piezas dentales no paran de crecer.

Existen varios tipos de heno para chinchillas en el mercado: de alfalfa, de diente de león, con manzanilla, etc. Lo mejor para elegir el más adecuado es consultarlo con un veterinario experto en animales exóticos, aunque también puedes alternarlos.

El pienso
El pienso es el segundo elemento esencial en la dieta de este roedor. Este alimento le proporciona los nutrientes que necesita, siempre y cuando sea de alta calidad.

Sin embargo, nunca debe constituir la base de su dieta. Lo ideal es una cantidad de 30 gramos al día; es decir, más o menos un puñado. No obstante, esta porción puede variar dependiendo de las indicaciones del veterinario y del estado de salud del animal.

Verduras y frutas
Aunque son una gran fuente de vitaminas y minerales, la chinchilla sólo debe comer frutas y verduras de manera ocasional. Abusar de estos alimentos puede dar lugar a diarreas y otros problemas gastrointestinales.

En cuanto a las verduras, las más recomendables son las de hoja verde, como la rúcula, los canónigos o las espinacas. Respecto a la fruta, la manzana es perfecta, pero no debe consumir el hueso ni las pepitas de ninguna fruta.

Golosinas: ¿sí o no?
Los frutos secos son las golosinas ideales para las chinchillas: almendras, nueces, avellanas, pipas de girasol… Eso sí, ¡siempre sin sal! De lo contrario, podrías dañar su organismo. Asimismo, han de comerlos con moderación.

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