Esta es una de esas historias que nos ponen los pelos de punta y nos hace sacar nuestro lado más tierno. Pero sobre todo, es un relato que demuestra la lealtad incondicional de los animales y lo importante que son para nosotros.
Stephen Simmons es un veterano de la Guerra de Irak que, tras su experiencia, presenta un trastorno de estrés postraumático que convierte su día a día en un desafío. Muchas mañanas se despierta totalmente abatido, sin querer ver a nadie ni levantarse de la cama, pero tiene una muy buena razón para hacerlo: sus mascotas.
En el siguiente video, puedes conocer su historia.
https://youtu.be/Sr1WPKHiCdk
Sus héroes
Puppi y Burna son los ángeles de la guarda de Stephen. Según él mismo cuenta, ambos son su mejor terapia para superar su problema y han transformado sus momentos de oscuridad en esperanza.
Puppi es una perra que le acompaña desde el año 2004, cuando la encontró abandonada en las montañas. Durante el año que estuvo en la guerra, Puppi le estuvo esperando cada día y desde su regreso no se ha separado de él. “Cuando yo estoy feliz, ella también lo está. Si estoy triste, ella lo sabe”, asegura Stephen.
La otra parte de esta historia tiene como protagonista a Burma, un precioso gato marrón rescatado por Stephen cuando se mudó a Oregon.
Una terapia especial
Junto a sus dos mascotas, Stephen lleva a cabo una ‘terapia de aventura’ o, lo que es lo mismo, un ‘tratamiento’ que consiste en salir a hacer senderismo y pasear por las montañas acompañado de sus fieles amigos, con los que cada día descubre nuevos e impresionantes lugares.
En la cuenta de Instagram de Burma, Stephen comparte numerosas fotos de sus paseos y viajes, por lo que no es de extrañar que ya haya alcanzado los 48.000 seguidores.
La mejor ayuda
El ex soldado solo tiene palabras de agradecimiento para sus dos mascotas, de las que asegura que tienen un sexto sentido para detectar sus problemas emocionales y mejorar su estado de ánimo. Por eso afirma que si no hubiera sido por ellos, “no hubiera conocido al 90 por ciento de las personas con las que he mantenido una conversación”.
Además, Stephen cree que pasando tiempo con sus animales y disfrutando juntos de la naturaleza ha podido volver a sentirse como la persona que realmente es y ha revivido al niño que hay en su interior.
