La importancia de la avena como fuente de energía en la alimentación del caballo

El caballo es un animal activo, fuerte y vivaz. Necesita una alimentación rica en nutrientes para mantener a raya su potente musculatura y su alta energía. Uno de los ingredientes frecuentes en su dieta es la avena; eso sí, siempre en su justa medida y teniendo en cuenta algunas precauciones. Te contamos más sobre la importancia de la avena para este equino.

Fuente de energía
Junto a la cebada, el maíz y el trigo, la avena es uno de los cereales más comunes en la dieta del caballo. En concreto esta última es esencial para mantener su energía a raya, pues el azúcar que contiene favorece la producción de serotonina.

Es por ello que los caballos se activan después de comer avena. De hecho, en algunos casos llegan a sobreexcitarse, algo que puede afectar a su salud. Por este motivo es muy importante comprobar cómo reacciona cada caballo ante el consumo de este cereal.

Beneficios de la avena
Este alimento aporta grandes beneficios al organismo de este animal. Por ejemplo:

1. Es de fácil digestión. Su almidón se digiere más fácilmente que el de otros granos y su azúcar se descompone rápidamente, pasando a la sangre en poco tiempo y dotando al caballo de una gran energía.

2. Alto en fibra. Esto ayuda a prevenir problemas gastrointestinales.

3. Mejora el pelaje. El alto porcentaje de grasa de la avena se traduce en un pelaje más fuerte y brillante.

Cómo dar avena al caballo
A pesar de todos estos beneficios, a la hora de introducir la avena en la alimentación de un caballo debemos tomar ciertas precauciones.

Hay que comenzar poco a poco, dándole unos 100 gramos aproximadamente al día durante una semana y media o dos semanas. Si la tolera bien, hay que aumentar la cantidad poco a poco, incrementando la dosis semanalmente. Por otro lado, es mejor esperar que el animal sea adulto, pues la avena no es recomendable para potros.

Asimismo, la avena no debe ser la base de la dieta del caballo. Ha de complementarse con otros alimentos como la alfalfa, el heno, la paja y la fruta. Lo mejor a la hora de alimentar a este animal es recurrir a un veterinario experto en su nutrición.

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