La rana de cristal, el caballo-cebra y otras criaturas que te hipnotizarán

¿Sabías que hay anfibios con el vientre transparente y que existe el híbrido entre cebra y caballo? Te presentamos las criaturas más extrañas de la selva tropical.

El okapi
Este mamífero, que parece un híbrido entre caballo y cebra, vive en la selva tropical al norte de Zaire. A pesar de su apariencia, el okapi está más relacionado con la jirafa. Se diferencia de ellas en que su cuello es más corto y la coloración es diferente.

Lo sorprendente de esta especie es que posee una lengua tan larga que puede lamer sus propios oídos. Además, el okapi es tan rápido que puede correr a más de 60km/hora.

La rana de cristal
Como su propio nombre indica, esta rana tiene el vientre de cristal o, lo que es lo mismo, totalmente translúcido. A través de su piel fina y transparente se pueden ver sus intestinos, el corazón y el hígado. Increíble, ¿verdad? Hay 134 especies diferentes de ranas de cristal y 60 de ellas están en peligro de extinción. Todas miden entre 1,4 y 3 centímetros, y habitan en las selvas tropicales de América Central y del Sur.

El murciélago blanco
Este peculiar murciélago destaca por tener la piel de color blanco y la nariz y las orejas amarillas. Se pueden encontrar en Honduras, Nicaragua, Panamá y Costa Rica. A diferencia de muchos murciélagos que viven en cuevas, esta especie crea su propia casa con el corte de las hojas de la planta heliconia y se cuelga de ellas como una tienda de campaña.

Debido a su color y a la luz del sol a través de las hojas, su cuerpo adquiere un tono verdoso que le permite camuflarse. Además, son animales muy pequeños: sólo miden 5 cm de largo y pesan menos de 30 gramos.

La tortuga ‘matamata’
La particularidad de esta tortuga acuática reside en su capacidad para camuflarse entre las rocas gracias a su concha, su cabeza plana y su piel irregular. A diferencia de muchas tortugas que mantienen sus cabezas fuera del agua, esta especie conserva todo su cuerpo sumergido y sólo asoma su hocico espinoso para aspirar a su presa y tragársela. Este reptil reside en Brasil y Venezuela, cerca de los ríos Orinoco y Amazonas.

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