Si tuviéramos que definir a Alma Obregón con una única palabra, sería ‘dulzura’. No sólo se dedica profesionalmente a la repostería. También derrocha ternura a la hora de hablar sobre su familia, en la que incluye, por supuesto, a sus mascotas. Ella misma ha respondido a nuestras preguntas sobre sus peludos, demostrando una vez más ser una auténtica ‘pet lover’.
El ingrediente mágico
Alma comparte sus recetas a través de su blog, sus redes sociales y sus libros. Pero el secreto de su éxito está en un ingrediente especial que nada tiene que ver con el azúcar o el chocolate. Es la alegría que la bilbaína añade a cada uno de sus postres.
Y parte de esta alegría la obtiene gracias a sus mascotas: Leadville y Minion. Así nos lo presenta la propia repostera: «Actualmente vivo con Leadville, un teckel de dos añitos súper testarudo pero muy, muy cariñoso».
«Y con Minion, un gato blanco y negro sin raza definida súper simpático y cariñoso que tiene un carácter muy perruno».
Día a día ‘salvaje’
Alma Obregón es una de las reposteras más populares de nuestro país. Además de impartir talleres de cocina, escribe libros de recetas, tiene varios blogs, es runner y colabora habitualmente con programas de televisión. Además, tiene un hijo de dos años, Bruno, y actualmente está embarazada de su segundo bebé.
Pero todo ello no le impide sacar tiempo para sus peludos. «Con Leadville doy unos súper paseos cada mañana que nos vienen genial a los dos. Con Minion jugamos mucho, sobre todo mi hijo Bruno, que le adora», nos cuenta.
Pinky y Tris, ángeles de cuatro patas
Los animales siempre han estado presentes en la vida de Alma: tortugas, canarios, hámster… Pero hay dos de ellos que recuerda con especial cariño. Uno de ellos es Tris, una schnauzer que adoptó su marido Lucas. La pequeña falleció en 2015, dejando a la pareja con el corazón roto.
La segunda mascota que marcó la vida de Alma fue Pinky, su primera gata. «La adopté cuando era una cachorrita y nos adorábamos (…). Te daba mimos cuando ella quería, y pocos, pero era un cielo», nos explica sobre su minina, que falleció en abril de este año.
Aunque Alma echa mucho de menos a estos dos peludos, su vida está repleta de felicidad. Forma una familia preciosa junto a su marido Lucas, su hijo Bruno y su futuro bebé. Sin olvidar, por supuesto, a sus animales. Y es que ya sabemos que con un poco de azúcar y mascotas a nuestro alrededor, la vida es mejor.