La sangre azul, los tres corazones y otras curiosidades sobre el pulpo

El pulpo es una de las criaturas más misteriosas del planeta. Tanto es así, que a lo largo de los años ha inspirado a cientos de artistas y escritores para crear personajes monstruosos. Su aspecto tiene gran parte de la culpa, así como otras características muy particulares que hacen único a este animal. Te contamos algunas de ellas.

Los tentáculos son parte de su cerebro
Dos tercios de las neuronas del pulpo se encuentran en sus tentáculos. Esto explica el curioso fenómeno de que los tentáculos sigan moviéndose una vez son cortados y separados del resto del cuerpo.

Su sangre es azul
El pulpo, al igual que otros cefalópodos, tiene la sangre azul. En lugar de hemoglobina, la sangre de estos animales contiene hemocianina, una proteína encargada de transportar el oxígeno cuando la temperatura es muy baja. Esta sustancia utiliza cobre para cumplir su función, lo que dota de este color azul a la sangre del animal.

Tiene pico
Puede que te resulte extraño, pero es cierto. El pulpo tiene un pico similar al de un loro justo en el centro de su cuerpo. Es la única parte dura de su anatomía y le sirve para expulsar veneno y defenderse así de los depredadores.

Huele a través de sus brazos
Este animal marino tiene el sentido del olfato en sus tentáculos. Percibe los aromas de su entorno mediante las 1.600 ventosas que tiene en cada brazo y que además son las responsables del sentido del tacto.

Mueren si se reproducen
Tras aparearse, los machos se dedican a vagar por el océano hasta que mueren de inanición. Aunque en algunas especies es la hembra quien asesina a su pareja después del acto sexual.

Por su parte, las hembras siguen vivas para vigilar los huevos (pueden llegar a producir aproximadamente 400.000). Se dedican en cuerpo y alma a cuidar a sus hijos, incluso dejan de comer. Una vez nacen las crías, sus órganos se debilitan y acaban muriendo.

Tiene tres corazones
Este extraño animal no se conforma con un solo corazón. Tiene tres corazones. Utiliza dos de ellos para bombear la sangre a las extremidades y reserva el tercero para impulsar la sangre hacia los órganos.

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