Sabemos que los perros pueden contraer infecciones al igual que los humanos, pero ¿también pueden contagiarse de enfermedades de transmisión sexual?
ETS en perros
Las ETS en canes pueden contraerse de tres formas: por virus, por bacterias o por cáncer. Además, también puede contagiarse por relaciones con otros perros o durante el parto si la madre de los cachorros está infectada. Normalmente suelen aparecer en perros callejeros y es muy extraño encontrar casos en canes esterilizados.
Los tres tipos de ETS que afectan a los peludos son: el herpesvirus canino, la brucelosis y el tumor venéreo transmisible.
Herpesvirus canino
Algunos estudios aseguran que hasta el 70% de los perros pueden padecer la enfermedad, aunque en la mayoría nunca llega a desarrollarse.
Se manifiesta principalmente en perros callejeros o en cachorros recién nacidos, que tienen muy difícil sobrevivir. Aunque los síntomas no suelen aparecer, algunos canes presentan úlceras en los genitales, debilidad, falta de apetito y decoloración en el rostro. El tratamiento de antivirales no siempre es efectivo, por lo que la prevención se vuelve aún más importante.
Brucelosis
Esta enfermedad se origina debido a una bacteria llamada Brucella canis y no tiene cura, aunque es perfectamente controlable siempre que nuestro perro sea revisado periódicamente por el veterinario.
Se transmite mediante el sexo con perros infectados, los fluidos de estos canes o cachorros recién nacidos afectados, puesto que el tejido de la placenta está cargado con la bacteria.
En los machos, la enfermedad ocasiona la inflamación de los testículos, mientras que las hembras pueden tener abortos. En ambos es frecuente la fiebre, la debilidad y el letargo. El tratamiento en caso de contagio se basa en el suministro de antibióticos.
Esta enfermedad puede transmitirse a los humanos que estén en contacto con la saliva, las heces o la sangre del animal infectado. Por eso conviene seguir siempre unas medidas de prevención y protección para evitar posibles contagios.
Tumor venéreo transmisible
Se trata de una forma infecciosa de cáncer que puede extenderse de un perro a otro a través de la saliva, el contacto con fluidos corporales o durante el coito.
Los síntomas se manifiestan una vez que el cáncer ha avanzado internamente y proliferan los tumores tanto dentro como fuera del animal. Estos pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en los genitales masculinos y femeninos y en la cara del perro.
El tratamiento consiste en sesiones de quimioterapia y la intervención quirúrgica para eliminar los tumores.
