A la hora de plantearnos compartir nuestra vida con un perro, la primera duda que nos surge es: ¿macho o hembra? El sexo del animal marcará su carácter y comportamiento, por eso es fundamental tener claro las características de cada uno para poder decidir. Te damos algunas claves que te ayudarán a hacerlo.
Machos
– Son más dominantes y territoriales que las hembras
– Son buenos guardianes pero también muy cariñosos
– Suelen marcan el territorio con la orina allá por donde pasan
– Las hormonas masculinas les convierte en más reacios a acatar órdenes, por lo que su adiestramiento es más complicado
– Están en celo todo el año y siempre tendrás que estar en alerta para que no intenten montar a una hembra
– Son más corpulentos y pesados que las hembras de su misma raza
Hembras
– Son más cariñosas y hogareñas que los machos
– Se adaptan mejor a las casas con niños
– Responden mejor al adiestramiento y aprenden más rápido
– Sólo entran en celo dos veces al año, pero son días incómodos que se hacen más llevaderos con una pequeña braguita
– Sufren de embarazos psicológicos que pueden traducirse en un carácter más posesivo
– Pesan y miden menos que los machos, por lo que tienen un tamaño más reducido
Solución: la castración
Al castrar a un perro las diferencias entre sexos se minimizan notablemente. La castración ayuda a resolver problemas de comportamiento, pero también mejora su salud y alivia el instinto de apareamiento.
Elijas la raza que elijas, lo más importante es que te decidas a adoptar. Muchos animales se encuentran esperando una familia. ¿Serás tú la suya?
