El mal humor, los seis dedos y otros datos fascinantes sobre el oso panda

Como ya sabrás, el oso panda es una de las muchas especies que se encuentran en peligro de extinción. Sin embargo, durante los últimos años los científicos han logrado aumentar su población, algo que celebramos resumiendo algunas curiosidades propias de este precioso mamífero.

No hiberna
A diferencia de otras especies de osos, el panda no hiberna. La razón principal es que vive en climas templados, por lo que no le es necesario pasar el invierno durmiendo. Además, su alimentación no le permite acumular la suficiente grasa en el cuerpo para aguantar tanto tiempo sin comer.

Tiene seis dedos
El panda tiene seis dedos, aunque en realidad uno de ellos es una evolución de un hueso sesamoideo de su muñeca, que usa a modo de pulgar. Además, tiene un pulgar en cada mano. Todo ello le facilita el manejo de las finas hojas del bambú.

Es carnívoro
Puede que te sorprenda saberlo, pero el oso panda es carnívoro. Aunque el 90% de su dieta se compone de bambú (consume aproximadamente 12 kilogramos de esta planta al día), ocasionalmente come algún animal pequeño. Pero sólo de forma eventual, pues su sistema digestivo es demasiado lento para soportar bien la carne.

Solitario y huraño
A pesar de su aspecto amigable, el oso panda es antisocial e incluso agresivo. Gracias a su extraordinario olfato puede percibir la presencia de otros ejemplares y huir de ellos. Sólo se relaciona con los demás en época de celo.

Difícil reproducción
Algo que ha agravado la situación de este animal en el planeta es su descendencia limitada. Sólo se aparea dos o tres días al año, y las hembras únicamente pueden tener entre una y tres crías.

Grandes cantidades de heces
Un oso panda puede hacer sus necesidades hasta 40 veces al día, llegando a producir aproximadamente 20 kilogramos de heces diarios. Lo más curioso es que estos desechos tienen sorprendentes aplicaciones; por ejemplo, en China los utilizan para fabricar papel higiénico.

Su origen está en España
Durante décadas se creyó que el origen de este mamífero estaba en China. Pero en el año 2012 unos investigadores españoles descubrieron restos de sus ancestros en Els Hostalets de Pierola (Barcelona) y Daroca (Zaragoza). Sin embargo, actualmente el oso panda vive en China, donde la pena por hacer daño a un ejemplar es de aproximadamente 20 años de cárcel.

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