En muchas ocasiones se hace difícil diagnosticar a un perro con hiperactividad, puesto que suele confundirse con nerviosismo o exceso de energía. Por eso te damos las claves para que sepas reconocerlo y puedas tratar a tu mascota para solucionar este problema de la mejor manera posible.
Qué es
La hiperactividad es una enfermedad que aparece en cachorros y en perros de cualquier edad como consecuencia de experiencias traumáticas vividas anteriormente (mudanza, separación…) o por causas biológicas, como la alteración de las vías nerviosas.
Cómo detectarlo
Los síntomas de la hiperactividad son fácilmente reconocibles, pero normalmente se achacan de forma errónea a un problema pasajero relacionado con la energía del can.
– Dificultad para conciliar el sueño
– Exceso de energía
– Movimientos compulsivos: dar vueltas o perseguir la cola
– Dificultad de aprendizaje
– Desconcentración
– Imposibilidad de relajarse
– Comportamientos destructivos
– Demanda de atención constante
– Excesiva salivación
Tratamiento
Ante la aparición de algunos de estos síntomas, debemos acudir a un veterinario o etólogo canino que nos aconsejará el mejor tratamiento a seguir. Sin embargo, estas son algunas de las técnicas que puedes llevar a cabo para mitigar el problema.
Ejercicio diario. Jugar con el perro diariamente y dar un paseo largo tres veces al día puede ayudar notablemente al animal. Además, actividades como el Agility o juegos de inteligencia contribuyen a la descarga de energía y a su relajación física y mental.
Refuerzo positivo. Para que nuestro perro aprenda las órdenes de adiestramiento, debemos trabajar el refuerzo positivo mediante juegos o premios en forma de chuches. Ello ayudará a controlar su nerviosismo. Hay que dejar de lado el castigo físico, los gritos y los insultos.
Ambiente tranquilo. Un clima de relajación y un ambiente agradable ayudará a que nuestra mascota se encuentre tranquila, relajada y le cueste menos conciliar el sueño. Para ello debe contar con un lugar acogedor y silencioso que le permita descansar.
Atención y cariño. Muchas de las conductas de nuestro perro tienen que ver con la falta de atención por nuestra parte. Con cariño, paciencia y atención podremos contribuir a mejorar su estado.
Masajes. Una sesión diaria de masajes acompañados de música suave puede ser muy relajante para el can y ayudar a reducir su ansiedad. Puedes probar a dárselos tú mismo o acudir a un profesional.