En cualquier especie, una de las primeras señales de problemas de salud es la pérdida del apetito, y los peces no son ninguna excepción. Si tus amigos acuáticos no quieren comer no lo ignores, pues una rápida actuación podría salvarles la vida. Te explicamos las causas más frecuentes de esta inapetencia.
Recién llegados
Un traslado siempre es estresante. Por ello lo más habitual es que un pez no coma durante el primer día en su nuevo acuario, pues se encuentra desorientado y asustado. No obstante, pasadas las 24 horas e incluso menos, el pequeño ya debería haber recuperado el apetito.
Suciedad
Si eres aficionado a los acuarios, sabrás que la suciedad del agua puede tener consecuencias muy negativas en la salud de tus peces. Una de las reacciones que tienen estos animales ante la falta de higiene es dejar de comer. Por ello, entre otros motivos, es tan importante que cambies el agua frecuentemente. Igualmente su pH debe ser adecuado.
Superpoblación
Cuando hay demasiados peces dentro de un mismo acuario, algunos de ellos se volverán agresivos y se enfrentarán a los demás por la comida. Esto hace que los más sumisos desistan y ni siquiera muestren el más mínimo interés por alimentarse.
Iluminación deficiente
Algunas especies comen únicamente durante el día, por lo que si les falta iluminación se desorientan y su organismo no responde de la forma correspondiente. Debes asegurarte de que la fuente de luz del acuario esté bien regulada.
Temperatura errónea
Los peces son especialmente sensibles a los cambios de temperatura, por lo que si el agua no presenta los grados adecuados para su especie, lo manifestarán con una fuerte apatía e inapetencia.
Enfermedades
Dejar de comer suele ser la primera señal de enfermedad en los peces. En caso de que uno o varios renuncien a alimentarse, lo mejor es aislarlos en otro acuario y cambiar el agua para que los demás no se contagien de una posible enfermedad. En este caso, debes observar bien su aspecto y comportamiento y ponerte en contacto con un veterinario especializado.
