Ojos amarillos, piel negra, colmillos afilados… ¿Existen los gatos vampiros? Te damos la respuesta.
El ‘Drácula’ felino
La historia de Monk comienza en las calles de Nueva York, donde su dueña se lo encontró abandonado: «Estaba sucio, desnutrido, con una conjuntivitis severa e infestado de pulgas». Así que, Nicole Rienzie no se lo pensó dos veces y decidió llevárselo a casa.
Desde el primer momento se dio cuenta de que sus colmillos no eran normales: “El veterinario dice que aunque los colmillos son raros, no esconden ninguna amenaza para la salud. Monk es un gato único y ha acabado teniendo una característica única. Es especial”, explica Nicole.
Una foto publicada por Vampire Cat Monk & Bean (@monkandbean) el
Por ese motivo decidió borrar todas sus fotos de Instagram y utilizar la cuenta para subir únicamente fotos de su gato. Ahora Monk supera los 33.000 seguidores.
Una foto publicada por Vampire Cat Monk & Bean (@monkandbean) el
¿Colmillos reales?
Muchos de ellos no se creen que los colmillos sean auténticos, pero tal y como explica su dueña: “Son 100% reales, miden casi dos centímetros”.
A pesar de su ‘vampírica’ apariencia, Monk se comporta como cualquier otro gato y le encantan los mimos.
Un vídeo publicado por Vampire Cat Monk & Bean (@monkandbean) el
Aunque a juzgar por algunos momentos… un poco de miedo sí que da, ¿verdad?
Un vídeo publicado por Vampire Cat Monk & Bean (@monkandbean) el
En cualquier caso, estamos ante un gatito adorable que hasta se atreve con un ‘selfie’. ¡Para comérselo!
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