Munchkin, el gato que no crece

Seguramente hayas oído hablar del gato siamés, el persa o el bombay, pero ¿conoces al munchkin? Esta raza se caracteriza por su permanente aspecto de cachorro, por el que precisamente es muy demandado como mascota. Te contamos más sobre este peculiar minino.

Mutación genética
También llamado ‘gato enano’, este felino presenta una mutación natural que hace que sus patas sean más cortas de lo habitual en estos animales y su cuerpo un poco más alargado.

Tiene su origen en Luisiana (Estados Unidos) y se formó a partir de la mutación de un gato mestizo nacido en 1983, que tenía las patas sorprendentemente cortas. Este fue el germen para el munchkin, que se consolidó como raza gracias a la intervención del ser humano, mediante la crianza específica.

Salud y habilidades
El munchkin es algo más pequeño que el resto de los gatos, pues pesa entre dos y cuatro kilos. Esto no tiene por qué suponer ningún problema, ya que este minino cuenta con la agilidad y velocidad de las demás razas, solo que debido al pequeño tamaño de sus patas, no puede saltar tan alto.

Suele gozar de buena salud y su esperanza de vida oscila entre los 10 y los 15 años, como ocurre con cualquier otro gato.

Carácter
Lo cierto es que el munchkin no sólo conserva su aspecto de cachorro cuando se hace adulto; en muchas ocasiones también conserva su carácter. Se trata de una raza por lo general divertida, alegre, juguetona y dinámica.

Por ello, no pueden faltarle los rascadores y los juegos. Sin olvidar, por supuesto, el cariño de los suyos, ya que es un gato muy cariñoso. También es sociable, por lo que lo ideal es que conviva con otro minino.

Cuidados
Respecto a sus cuidados, apenas se diferencian de los que necesitan otros gatos. Atención veterinaria, comida de calidad, cepillados frecuentes, buena hidratación… No obstante, al ser más pequeño de lo normal, su columna puede sufrir alguna alteración, por lo que es importante que el veterinario preste especial atención a esta zona en cada revisión.

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