El corte de la cola y las orejas en los perros, la desungulación en los gatos, y en general, cualquier mutilación animal está firmemente desaconsejada por la gran mayoría de veterinarios. Respecto al corte de alas de los loros las opiniones están algo más divididas, pero lo cierto es que un buen número de expertos se posicionan en contra. Te contamos por qué.
Procedimientos
Para comprender todo esto has de conocer primero los procedimientos existentes. En líneas generales, podemos resumirlos en tres:
Alectomía. Es una intervención que consiste en extirpar las falanges distales de las alas y eliminar las plumas primarias, es decir, las principales para poder volar. Se trata de una mutilación de las articulaciones que suprime la capacidad de volar del ave para siempre y que es considerada por muchos un acto de crueldad animal.
Mancado. Significa cortar la punta de las alas, ocasionando una fuerte mutilación y profundas heridas. Es un procedimiento muy común en zoos y comercios y, al igual que el anterior, está considerado una forma de maltrato.
Recorte. Consiste en cortar las plumas sin dañar la articulación, es reversible en todos los casos y puede ser de tres tipos:
1. Recorte estético. Se cortan las plumas exteriores pero no las primarias, con lo que se reduce la capacidad de vuelo del loro, pero no se suprime totalmente.
2. Recorte intermedio o estándar. Se cortan las plumas primarias pero no las secundarias, permitiendo que el animal pueda planear aunque no pueda volar.
3. Recorte completo. Se cortan las plumas primarias y secundarias, evitando que el loro vuele o planee.
¿Es dañino para el loro?
Si te preguntas si cortar las alas a tu loro puede ser una buena idea, la respuesta es que no. No olvides que las aves están diseñadas para desplazarse volando y que mutilar sus alas daña gravemente su cuerpo y su mente.
Para empezar, si cae desde una superficie alta, no podrá salvarse volando. Además, perderá la protección que le otorgan las alas, ya que le permiten escapar rápidamente de los peligros.
Psicológicamente, la pérdida de su capacidad de volar le afecta de forma muy negativa. Se sentirá continuamente inseguro en su entorno, lo que se traduce en estrés postraumático, comportamientos agresivos, ansiedad, falta de confianza e incluso automutilaciones.
Casos aislados
El recorte de alas es una opción viable únicamente en casos aislados y por recomendación veterinaria, y siempre y cuando no se lleve a cabo una mutilación y el procedimiento sea reversible.
A veces el experto decide llevar a cabo este procedimiento para ‘obligar’ al loro a mantener reposo durante un tiempo para recuperarse de una herida o lesión. Esta intervención sólo está recomendada en estos casos, con fines médicos y siempre a manos de un veterinario cualificado.
