Como bien sabemos, tener un perro conlleva una enorme responsabilidad. Pero también nos ofrece numerosas ventajas entre las cuales podemos nombrar el aumento de la autoestima. ¿Quieres conocer más detalles? Sigue leyendo.
Adiós a la soledad
Un perro es el mejor antídoto para combatir la soledad. En pocos días puede convertirse en nuestra mejor compañía, y este sentimiento produce en nosotros un aumento de la serotonina, lo que influye positivamente en nuestro estado de ánimo.
Combate la depresión
El amor de un perro es incondicional, lo que nos ayuda a sentirnos queridos. Esto, a su vez, reduce la tristeza y el estrés, grandes culpables de la aparición de la depresión. Además, el contacto físico con él favorece la tranquilidad y previene la ansiedad.
Favorece la actividad física
El ejercicio físico incrementa la segregación de serotonina, algo esencial para mantener la autoestima en buen estado. El perro, al ser un animal que necesita pasear, nos ‘obliga’ a practicar ejercicio moderado, evitando el sedentarismo tan dañino para nuestro equilibrio psicológico.
Amor incondicional
¿A quién no le gusta sentirse querido? Con uno de estos peludos en nuestro hogar, disfrutaremos de su amor las 24 horas. Esto es muy importante a la hora de desarrollar nuestra autoestima, especialmente en los niños.
Responsabilidad positiva
Como decíamos antes, tener un perro implica una gran responsabilidad. Este compromiso nos ayuda a valorarnos más a nosotros mismos, con lo que aumenta nuestra autoconfianza.
Alegría ‘contagiosa’
Desde luego, no hay animal más alegre que un perro. Su actitud nos aporta buena energía y su ‘sonrisa’ es realmente contagiosa. Con todo ello consigue levantar nuestro ánimo y reforzar nuestra autoestima.
