Puede que creas que acoger a un perro en casa cambia tu vida en el aspecto en que te ayuda a distraerte, te ofrece compañía y te anima a pasear. Pero en realidad es mucho más que eso. Si quieres conocer los muchos beneficios que un can puede aportar a tu vida, sigue leyendo.
Mejora tu salud
Los perros necesitan pasear al menos tres veces al día, lo que te empuja a caminar a ti también. Esto te anima a evitar el sedentarismo, con lo que fortaleces tus articulaciones y favoreces el buen funcionamiento de tu sistema cardiovascular.
Aumenta tu autoestima
Cuando se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, no es por cualquier cosa. Estos peludos tienen el ‘súper poder’ de hacerte sentir querido cuando más lo necesitas, lo que contribuye a mejorar tu autoestima.
Nunca te sentirás solo
Con un perro en tu hogar es imposible sentirse solo. Nadie mejor que él para recibirte cuando llegas a casa, para tumbarse a descansar a tu lado o para jugar contigo. Aunque a ratos pueda parecerte pesado, te hace sentir en compañía en todo momento.
Te hace ser más sociable
Cuando paseas con un can, es inevitable no hablar con nadie a lo largo del camino. Si no es tu propia mascota la que demanda la atención de los viandantes, serán ellos quienes se acerquen a tu peludo. Por tanto, con los paseos mejoras tus capacidades sociales.
Combate el estrés
Los perros tienen un efecto relajante sobre nosotros. Acariciarlos, mirarlos, hablar con ellos… Todo ello te ayuda a liberar el estrés. De hecho, muchos canes son entrenados para asistir a personas con problemas de ansiedad.
Te hace feliz
Todo esto puede resumirse en una idea: tener perro te hace más feliz. De hecho, hay estudios que indican que acariciar o mirar a nuestros perros incrementa la segregación de serotonina y dopamina en nuestro cerebro, ambos neurotransmisores relacionados con la sensación de felicidad.
