Tiene un apetito voraz, es muy resistente a elementos externos y desde hace unas décadas se le considera el verdadero ‘pirata del Caribe’. ¿Conoces al pez león?
La mudanza
El pez león debe su nombre a las brillantes espinas que emergen de su cabeza como si de una melena de león se tratase. Desde hace 30 años, este pez se ha mudado de Indonesia a las aguas del Caribe, el Golfo de México y el Atlántico Occidental.
El porqué de esta mudanza hay que buscarlo en el calentamiento global y el aumento de la temperatura del agua. Además, las buenas condiciones para su supervivencia que se dan en su nueva casa y la no existencia de un depredador natural, hacen que el pez león se esté convirtiendo en una verdadera pesadilla para las poblaciones de peces nativos.
El impacto
Esta especie se reproduce a niveles alarmantes y puede llegar a estar hasta tres meses sin alimentarse. Sin embargo, es capaz de perseguir a más de 60 especies nativas, lo que puede provocar que, en un plazo de cinco semanas, la población de peces locales se reduzca un 79 por ciento.
Keiko Ashida, especialista ambiental del Banco Mundial, asegura que este impacto “amenaza la supervivencia de los ecosistemas y tiene un efecto devastador en la sobrevivencia de la segunda barrera de coral más grande del mundo, el arrecife mesoamericano”.
La solución
Teniendo en cuenta que, según los expertos, la erradicación de este pez es imposible, los esfuerzos están enfocados “en mantener a sus poblaciones por debajo del umbral en el que los peces nativos pueden sobrevivir”.
En este sentido, se está fomentando su consumo en las zonas afectadas y se están aprovechando las espinas del pez león para crear aros, collares y llaveros.