Picor de oídos en el perro

¿Tu perro sacude continuamente la cabeza? ¿Se rasca las orejas sin parar? No debemos ignorar estos hábitos, pues pueden ser la señal de que algo no va bien en la salud de tu pequeño. Desde parásitos hasta otitis, las posibilidades son infinitas. Te enseñamos a detectar y a tratar el picor de oídos en tu perro.

Causas comunes
El picor excesivo de oídos siempre tiene un origen concreto. Puede ser más o menos grave pero siempre requiere atención veterinaria. Las razones más comunes son:

1. Parásitos. Los ácaros y parásitos son grandes culpables del picor de piel y oídos de los canes. Debido a su microscópico tamaño, no son detectables a primera vista, pero sí ocasionan enrojecimiento, inflamación y costras en la zona, así como una importante acumulación de cerumen.

2. Cuerpos extraños. Cualquier mínimo resto de un cuerpo extraño, como una espiga, un hilo o un grano de arena, puede ocasionar daños en el oído del perro. En este caso lo más probable es que el problema se presente en forma de inflamación.

3. Otitis. El origen de este picor también puede ser infeccioso, normalmente a causa del ataque de bacterias. Se presenta en forma de inflamación, secreciones, heridas, pérdida del equilibrio, aumento de la temperatura en las orejas y un olor desagradable.

4. Alergia. Las alergias, ya sean alimentarias, cutáneas o respiratorias, pueden dar lugar a un fuerte picor de oídos. Esta es una de las muchas maneras en las que puede manifestarse un problema de este tipo.

5. Hongos. La presencia de hongos es otra causa frecuente. Suele darse en ambientes húmedos y cálidos, y es más habitual en aquellas razas de orejas caídas y largas. En este sentido, la tiña es la infección más habitual.

¿Qué hacer?
Lo primero que debes hacer para evitar los problemas en los oídos de tu perro es revisarlos cada día. Si adviertes cualquier anomalía (enrojecimiento, calor, inflamación, mal olor…) has de acudir al veterinario, pues cuanto antes se comience a tratar este tipo de afecciones, más rápida será la curación.

El experto impondrá un tratamiento u otro dependiendo del origen del problema. Los medicamentos tópicos (las típicas gotas) son los más comunes, aunque a veces son necesarios los fármacos por vía oral u otras clases de intervenciones.

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