Un animal de compañía puede cambiar la percepción que tienes de ti mismo y mejorar tu calidad de vida, tanto emocional como físicamente. ¿Sabes por qué? Estos son los seis beneficios de convivir con una mascota:
1. Favorece la actividad y mejora la vida social
Un animal de compañía, sobre todo si se trata de un perro, puede ser una razón para salir a la calle y dar varios paseos cada día. Además, puede ser la excusa perfecta para conocer gente y agrandar nuestro círculo social durante los paseos diarios.
2. Aumenta el sentido de la responsabilidad
Tener una mascota es una gran oportunidad para enseñar a los más pequeños de la casa a ser responsables. Según un estudio de la Fundación Affinity, un 90% de los niños dedicaría parte de su tiempo a cuidar a su animal, un 80% daría su juguete favorito por él y un 75% se levantaría temprano para pasearlo.
3. Alivia la depresión
El contacto físico con los animales de compañía tiene un efecto calmante que lleva al paciente hacia sus recuerdos positivos, segregando serotonina y endorfinas. Por eso, las personas que tienen mascotas son menos propensas a sufrir depresiones.
4. Reduce el estrés
Diversos estudios han revelado que tener una mascota ayuda a vencer todo tipo de sentimientos de estrés y ansiedad. Gracias a la presencia y al contacto con el animal bajan los niveles de cortisol, la hormona que produce el estrés de las personas.
5. Aumenta el sentimiento de felicidad
Una mascota depende de nosotros y, por ello, nos hace sentir útiles. Además, está comprobado que, tras compartir un rato de juegos con el animal, aumentan nuestros niveles de oxitocina, la hormona que favorece y refuerza la creación de los lazos sociales.
6. Refuerza la autoestima
Los animales también tienen un papel importante en cómo te sientes respecto a ti mismo, puesto que estos son incapaces de juzgar o discriminar a su dueño. Por eso, los psicólogos aconsejan incorporar un animal de compañía para ayudar a que las personas expresen sus sentimientos.