Si eres un fanático de los reptiles, quizá se te haya pasado por la mente instalar en tu casa un gran terrario repleto de iguanas, serpientes y demás animales de este tipo. En ese caso, ¡cuidado! Ten en cuenta que no todas las especies pueden convivir en armonía.
Diferentes ecosistemas
Los reptiles son animales muy sensibles a las condiciones de su entorno: humedad, temperatura, luz… Cada especie tiene unas determinadas necesidades, por lo que es muy complicado aunar todas en un solo espacio.
Lo mismo ocurre con los complementos del terrario. Mientras algunos reptiles prefieren el agua, otros se decantan por los ambientes secos. A otros les gusta trepar por los árboles, al contrario que los que pasan el día escondidos entre las rocas.
Presas y depredadores
Introducir especies enemigas en un mismo terrario puede ocasionar auténticas tragedias. Por ejemplo, las serpientes no pueden convivir con ninguna otra especie, incluso llegan a luchar entre ellas. No olvides que sus ataques pueden resultar mortales.
Por otro lado, la mayoría de los reptiles son solitarios y territoriales, especialmente los desérticos. Aunque las tortugas acuáticas también pueden llegar a ser violentas y a agredir a las de menor tamaño. Por todo ello, es importante informarse bien antes de acoger a cualquier especie en casa.
Microorganismos
Independientemente de su carácter, muchos reptiles tienen microorganismos en su piel que, si bien a ellos no les ocasionan ningún daño, pueden ser realmente dañinos para otros cuyo sistema inmune no esté preparado.
Mucha precaución
Como puedes ver, la convivencia entre diferentes especies de reptiles es complicada, a veces hasta imposible. Lo más recomendable es que optes por una sola especie o, en todo caso, lo consultes con un experto en estos animales antes de tomar una decisión equivocada.