Entre las enfermedades que pueden acechar a nuestro perro encontramos la histoplasmosis, de origen infeccioso. Sus síntomas pueden ser muy variados, por lo que esta afección puede ser difícil de reconocer para ojos inexpertos. Por ello, te damos algunas pistas para que aprendas a identificar la histoplasmosis en tu mascota.
Histoplasmosis: definición y síntomas
La histoplasmosis es una infección causada por el hongo histoplasma, presente en el polvo, las heces de las aves y de los murciélagos, y en general, en entornos especialmente sucios. Este hongo se instala en el intestino del can, provocando importantes consecuencias.
Sus síntomas más frecuentes en el perro son:
1. Apatía.
2. Diarreas.
3. Pérdida de peso.
4. Inapetencia.
5. Tos.
6. Dificultades respiratorias.
7. Fiebre.
8. Inflamación de los ganglios linfáticos.
9. Encías pálidas o amarillentas.
10. Irritaciones en los ojos y en la piel.
Debemos resaltar que, ante cualquiera de estos síntomas, hemos de acudir rápidamente al veterinario, ya que la histoplasmosis resulta mortal si no se trata a tiempo.
Diagnóstico y tratamiento
El veterinario deberá realizar determinadas pruebas para confirmar o descartar el diagnóstico de histoplasmosis. Los análisis de sangre y de orina son habituales en este caso, aunque a veces son necesarios más procedimientos.
Una vez se ha confirmado la presencia del hongo histoplasma, el perro ha de iniciar un tratamiento de al menos seis meses basado en medicamentos antimicóticos; es decir, enfocados a eliminar el hongo. Los antibióticos no son efectivos en este caso.
Prevención
A día de hoy no existe una vacuna contra la histoplasmosis, por lo que la mejor manera de evitar que afecte a nuestro perro es mantener la casa limpia y huir de los ambientes sucios. Hay que tener especial cuidado en las zonas de ganado y en aquellas en las que habiten muchas aves y murciélagos.