Cómo saber si mi perro tiene una hernia discal

Desgraciadamente es un problema muy común en perros de muchas razas y que no siempre tiene fácil solución. Te contamos cómo puedes detectar esta patología a tiempo.

¿Qué es?
Las hernias discales se producen por un desplazamiento de los discos situados entre las vértebras. De esta forma, comprimen varios nervios y ocasionan dolor y dificultades para andar o mantenerse en pie.

Hay razas que están predispuestas genéticamente a poder sufrir una hernia discal, como el bulldog francés, el teckel o el pequinés. Sin embargo, este problema puede darse en perros grandes, pequeños y de cualquier edad.

Cómo detectarla
El principal síntoma que notaremos en nuestro perro será la dificultad para andar. Una leve cojera, letargo, pérdida de masa muscular, arrastre de patas traseras… Todo ello puede indicar que nuestra mascota está sufriendo esta patología.

También puede aparecer alguna protuberancia en la espalda, por lo que si le acariciamos y notamos algo raro, será señal de que hay un problema.

Cuanto antes identifiquemos los síntomas, más eficaz será el tratamiento, puesto que si no actuamos rápido nuestro perro puede perder la movilidad total de sus patas traseras.

Tratamiento
Dependiendo de la gravedad de la hernia, el veterinario puede optar por un tratamiento conservador a base de analgésicos y antiinflamatorios o por realizarle una intervención quirúrgica para corregir el problema.

Lo importante es detectarlo a tiempo para actuar con la mayor rapidez posible y lograr mayor porcentaje de éxito.

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