Dice el refrán que “a perro viejo, no hay quien le enseñe trucos nuevos”, ¿será cierto este dicho popular? La ciencia lo resuelve.
Experimento
Un estudio de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria) sometió a 95 ejemplares de border collie, repartidos en cinco grupos de edad, entre cinco meses y trece años, a cuatro tareas de habilidad cognitiva:
· Aprendizaje: en esta primera toma, los perros aprendieron a usar una pantalla táctil con su hocico, donde más tarde se iba a llevar a cabo el experimento.
· Reconocimiento: los científicos presentaron a los border collies imágenes positivas y negativas en una pantalla para poner a prueba la capacidad de memoria de los canes.
· Razonamiento: esta fase consistió en que los animales aprendieran a seleccionar correctamente cuatro de un total de ocho imágenes abstractas.
· Lógica: llegado a esta parte de la prueba, los perros eran recompensados con un premio cuando tocaban con su hocico la imagen correcta, mientras que si la imagen tenía una asociación negativa no conseguían ninguna recompensa.
Resultados
Los resultados de este experimento han sido publicados en la revista científica Age y fueron los siguientes:
· Los border collies de mayor edad necesitaron más ensayos que los más jóvenes para resolver las pruebas correctamente, por lo que los investigadores concluyeron que los perros jóvenes son más flexibles a la hora de aprender nuevas habilidades a partir de cero, mientras que los perros de edad adulta son más tozudos.
· La memoria a largo plazo se conserva con la edad.
Los investigadores repitieron con los mismos canes las cuatro tareas de habilidad cognitiva seis meses después y todos ellos fueron capaces de reconocer y llevar a cabo todas ellas.
Este hecho demuestra que no hay diferencia entre edades en cuanto a las habilidades de memoria a largo plazo.
