Un caparazón fuerte es esencial para la salud de tu tortuga de agua, ya que le sirve para proteger su cuerpo y como arma de defensa. Por esta razón, debe estar en buen estado. Te damos los mejores consejos para ello.
Una buena alimentación
Existe en el mercado una amplia variedad de comida preparada para tortugas, pero no todas las marcas son adecuadas. Tiene que incluir todos los nutrientes necesarios para el animal. Para elegir la mejor opción se recomienda preguntar al veterinario.
También conviene ofrecerle complementos alimenticios como trozos de pescado, lechuga, manzana, escarola o yema de huevo duro. Pero insistimos en que antes de añadir cualquier alimento a la dieta del reptil, hay que consultarlo con un profesional.
Agua limpia
El agua sucia afecta negativamente al caparazón de tu pequeña. Para mantenerla limpia, tienes que limpiar a fondo el terrario al menos una vez por semana. Ten en cuenta que los microorganismos que se crean por la suciedad causan enfermedades. Además, conviene instalar una pequeña depuradora.
Paseos por tierra
La tortuga debe salir del terrario de vez en cuando, más o menos una hora diaria. De lo contrario, su caparazón puede reblandecerse. Eso sí, vigila siempre a tu tortuga durante sus paseos por tierra para evitar accidentes.
Luz natural
El sol es fundamental para la salud de tu tortuga, por lo que se recomienda sacarla un rato al día al jardín o la terraza. Si no tienes mucho tiempo, puedes comprar una lámpara de luz artificial especial para estos reptiles, aunque seguirá necesitando pequeñas dosis de luz natural. La encontrarás en cualquier tienda especializada en mascotas.
Baños
Las tortugas también necesitan bañarse. El procedimiento es muy simple. Basta con verter un poco de agua tibia en un recipiente y meter dentro al animal. Después, debes frotar su caparazón con mucho cuidado, con un cepillo de dientes de cerdas suaves (los de bebés son ideales). Pero nunca uses jabón, ya que podría ser dañino para la pequeña.
