Cómo tratar a un gato miedoso

Los gatos son activos y curiosos por naturaleza, y generalmente tienen un carácter muy aventurero. Sin embargo, algunos mininos son algo miedosos, bien sea por consecuencia de algún trauma o porque simplemente es su carácter. En cualquier caso, todo ello puede acarrear problemas de comportamiento y por ello conviene saber cómo tratar a un gato asustadizo.

¿Por qué es miedoso mi gato?
En primer lugar, hay que saber reconocer a un gato miedoso. Un felino con este problema se aislará frecuentemente, se esconderá e incluso puede que bufe y se erice cuando alguien se acerque a él. Además, agachará las orejas y se dilatarán sus pupilas.

Pero, ¿a qué viene esta actitud? ¿Por qué puede ser miedoso un gato? Existen varias posibilidades, siendo las más comunes:

1. Una experiencia traumática. Sufrir una experiencia traumática acarrea consecuencias negativas y duraderas para cualquier animal. Un maltrato, un susto o cualquier situación complicada puede afectar al carácter de un gato.

2. Falta de socialización. El poco contacto con los demás provoca que el gato se sienta inseguro y desconfiado respecto a su relación con otras personas y animales. Esto se traduce en temor hacia el mundo que le rodea.

3. El cautiverio. A veces a los gatos que viven en la calle les cuesta adaptarse a un entorno doméstico. Puede que se sientan desprotegidos y se mantengan continuamente asustados y a la defensiva.

Lo que podemos hacer
En estos casos debemos ayudar al minino a perder el miedo y a que confíe en nosotros. Para ello podemos seguir pautas como las siguientes.

1. Acondicionar la casa. Los gatos necesitan un espacio propio donde poder descansar y sentirse ‘a salvo’ de posibles peligros. Basta con elegir una zona silenciosa y tranquila y ubicar en ella su cama, juguetes, comedero y rascador. Es mejor mantener su caja de arena apartada, ya que estos felinos son extremadamente limpios.

2. Ambiente tranquilo. Estos pequeños se alteran fácilmente con los ruidos fuertes y el bullicio. Si queremos que un minino se sienta bien en nuestra casa, tendremos que mantener un ambiente silencioso y tranquilo; nada de música alta, gritos ni movimientos bruscos.

3. A su altura. Lo peor que podemos hacer con un gato asustadizo es acercarnos a él rápidamente y desde una altura superior a la suya. A la hora de acariciarle o jugar con él lo mejor es que nos sentemos en el suelo para ponernos a su altura.

4. A jugar. A través del juego podemos lograr que el peludo se familiarice con nosotros y pierda su miedo. La idea es usar juguetes totalmente inofensivos que no emitan ningún sonido, como los tipo caña de pescar.

5. Sin presiones. La paciencia será nuestra gran aliada en este proceso. Nunca hay que presionar al animal, sino dejar que sea él quien vaya perdiendo el miedo poco a poco y ganando confianza con su entorno. De lo contrario sólo empeoraríamos la situación.

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